1.962 – La triste historia de la tia Rita

esperanza temprano  Nació ya siendo mayor y se perdió lo mejor, por eso siempre luce la sonrisa de un monigote triste. Se quedó enganchada en esa guerra que le robó los besos que nunca dio y los novios que nunca tuvo, y se refugió en la pegajosa felicidad de las pastillas de café con leche. Una noche de marzo, cuando los caramelos empezaron a saberle a café amargo, saltó al vacío, pero se levantó y siguió muriendo. Ahora ya ni los prueba, no sea que se le peguen a los dientes que no tiene y a los recuerdos que no guarda.

Esperanza Temprano Posada
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Relato ganador del I Concurso de microrrelatos El Microrrelatista