3.453 – Vigilia*

    Esta mañana, la horrenda máscara que tengo por rostro me ha sobresaltado al mirarme de nuevo en el espejo. Mientras desayunaba en silencio, el ser que se hace llamar «tu hija» me ha rozado con su boca carnosa, poco antes de abandonar la casa, y yo he repetido mecánicamente sus mismas palabras: «Te quiero». Luego, la entidad que dice ser mi mujer ha anunciado que salía a hacer la compra, a lo que he asentido con un leve movimiento de mi apéndice superior. Ha sido un gran alivio quedarme a solas. Así, ha ido pasando un día más. Ya es otra vez de noche y sigo sin poder conciliar el sueño. Los sonidos guturales que esas criaturas emiten en la oscuridad me llenan de zozobra y de espanto. No sé cuánto tiempo más podré seguir ocultándoles que no sé quién soy, que no sé qué soy.

Manuel Moyano
Mar de pirañas. Ed Menoscuarto. 2012
*A Ángel Zapata