2.361 – Hundimiento

alonso-IbarrolaHuesca  El edificio se vino abajo a medio construir y los técnicos afirmaron que por culpa de una defectuosa cimentación. Los bomberos se afanaban en extraer los cadáveres de los infelices que habían encontrado la muerte trabajando. Un reportero tomaba en su bloc las consabidas notas. Dada la ignorancia, por parte de los dirigentes de la empresa constructora, del número de desaparecidos y víctimas, optó por anotar cuidadosamente los cadáveres localizados… «Diecisiete, dieciocho, diecinueve, vein…». Se detuvo porque los bomberos habían descubierto una pierna, pero al retirar los cascotes en torno a ella, comprobaron que la misma estaba cortada y que pertenecía a un cuerpo encontrado con anterioridad. Borró lo escrito y lo dejó definitivamente en «diecinueve». Lo lamentó porque siempre al titular resulta más llamativa la palabra «Veinte» («Veinte muertos en el hundimiento…», etc) que «diecinueve» («Diecinueve muertos en…» etcétera).

Alonso Ibarrola
No se puede decir impunemente ‘Te quiero’ en Venecia.Visión Libros. 2010
http://www.alonsoibarrola.com/

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