3.320 – Búffalo Bill

    Le llamaban todos «Búffalo Bill«, por su vestimenta y por su manera de comportarse. Cogió su revólver y disparó al exterior subido a lo alto del muro que circunda el sanatorio psiquiátrico y que da a un huerto. «Un búfalo menos», dijo enfundando el revólver, y soplando antes para dispersar el humo producido. Fuera, en el exterior, un campesino quedó tendido en el suelo, mientras una mujer lanzaba gritos desgarradores arrodillada a su vera. «Búffalo Bill» contempló el espectáculo y no se inmutó. Minutos más tarde se retiraba. De esta manera no pudo observar cómo el campesino y la mujer se ponían en pie. La pareja estaba ya acostumbrada a estas «actuaciones de Búffalo Bill». Pertenecían al personal del sanatorio y cobraban un plus que la familia del enajenado pagaba religiosamente.

Alonso Ibarrola
No se puede decir impunemente ‘Te quiero’ en Venecia.Visión Libros. 2010
http://www.alonsoibarrola.com/

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